martes, 1 de diciembre de 2009

Carril bici en Valencia: análisis - Avenida del Puerto

El carril bici de la avenida del Puerto se construyó junto a la remodelación total que sufrió (y sufre) la histórica vía en el año 2006. El proyecto inicial no incluía un carril bici, que fue añadido mal y tarde, gracias a la presión de colectivos ciclistas y medios de comunicación. Queremos pensar que el sentido común se impuso también un poco. Sin embargo, el resultado dista mucho de ser satisfactorio.

Ya un informe del Observatori del Carril Bici de la Asociación UeB ponía de manifiesto varias de sus deficiencias a poco de ser inaugurado. Tres años y medio más tarde, todos los puntos que se mencionan en este informe, salvo uno (el de la conexión con el carril de la avenida de Aragón) siguen sin estar solucionados. Algunos, de hecho, como la manifiesta estrechez del carril se han agravado conforme ha aumentado el tráfico del mismo.

A lo dicho en el mencionado informe cabe añadir algunos apuntes:

Primero: mala planificación. El carril, si sólo tiene que ir por una acera (lo ideal sería que fuera por ambas) debería de ir por la acera sur y no por la norte. ¿Por qué? Para empezar, el carril evitaría así las peligrosas aglomeraciones que se producen a la entrada y salida de dos importantes centros escolares cuyo acceso principal recae precisamente a dicha parte de la avenida.

En segundo, lugar, los coches están aparcados en cordón muy cerca y una puerta abierta es un claro peligro, ya que invade casi la mitad del carril. Este peligro se minimizaría si las bicicletas circularan por la acera sur ya que las bicis que circulan en sentido Puerto (el mismo en el que están aparcados los vehículos) quedarían a la derecha de los coches y más alejados de las puertas.

Además, las bicis que fueran en sentido centro y que estarían más cerca de los coches serían más visibles para estos al venir en sentido contrario. Como tercera ventaja, esta disposición haría que la puerta que quedara junto a la acera fuera la del acompañante y, como sabemos todos, la gran mayoría de los vehículos a motor están ocupados por la misma cantidad de personas que las bicicletas.

Segundo: mala ejecución. A poco que lluevan cuatro gotas, en los pasos de ciclistas se forman importantes charcos. Guardabarros imprescindible.





Los desniveles de los vados de los garajes, son, simplemente, una locura.

















El resultado es un carril peligroso (para ciclistas y peatones), lento e incómodo. Una injusticia para el que debería ser uno de los carriles señeros de la ciudad.

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